Yo soy yo, Tú eres Tú
Tú haces lo Tuyo, Yo hago lo Mío
Yo no vine a este mundo para vivir
De acuerdo a tus expectativas
Tú no viniste a este mundo para vivir
De acuerdo con mis expectativas
Yo hago mi vida, Tú haces la tuya
Si coincidimos, será maravilloso
Si no, no hay nada que hacer.

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Comentario de Daniel Roberto Tavora Mac Cormac el mayo 23, 2012 a las 11:22am

Como toda frase en Blanco y negro y aún cuándo contenga cierto sesgo de verdad, se deduce parcial e intencionada toda ves que la personalidad se genera en el contacto influyente de otras personalidades (Padres, hermanos, familiares cercanos, amigos, compañeros de escuela, maestros, profesores, compañeros de juegos, de boliches, de aventuras, de paseos, de trabajo, de acompañamiento en la vejez, porque nunca las personalidades se completan, aunque exista algo de cierto en aquello de "genio y figura hasta..."), con la evolución misma de las edades (No somos iguales, ni tenemos la misma personalidad a los 10 años, a los 15, a los 20, a los 40 o a los 70) y con la evolución de las sociedades y las interacciones grupales y colectivas que se dan al interior de estas, ya sea en las formas generales del conocimiento y autoconocimiento, en la educación recibida y en los avatares que como experiencia nos moldean a lo largo de toda la vida. El conflicto sempiterno, polarizado  en sociedades que culturalmente exacerban alguno de los dos aspectos que son en esencia, parte fundamental e inseparable de la constitución de nuestra personalidad: ser individuo en medio de relaciones colectivas que son mutuamente y dinámicamente influenciables. La teoría de la gestalt no se nutre en estas polarizaciones que, en sí mismas contradicen la esencia de la personalidad que muta dinmicamente frente a los cambios del entorno y la influencia de los otros, pero es, al mismo tiempo, reconstruida con los cambios de percepción acerca de lo que nos es propio y con las experiencias que nos permiten el autoconocimiento y la conciencia de lo propio sino que hace énfasis precisamente en lo contrario. Son las visiones particulares del otro y de nosotros, lo que nos hace únicos y pasibles de observaciones y entendimientos únicos de la realidad y de las relaciones que establecemos en ellas. ES en el acercamiento, respetuoso de las diferencias como reconocemos las virtudes propias y del otro y somos capaces de reconocer defectos y corregirlo, no por falta de personalidad, sino al contrario, por el reconocimiento de que nuestra parcialidad cerrada nos encierra de igual forma en méritos que en miserias, en virtudes que en actitudes contrarias, mezquinas y egoistas. EL imperio del Yo se hace mas fuerte en la medida que es capaz de transformarse así mismo sin perder su esencia en el intercambio sincero con los otros y en las medidas que los otros ofrecen para el reconocimiento, que por convicción u opción, por elección racional o determinación genética, nos constituye como individuos incapaces de desarrollos aislados sino en relación gregaria con otros individuos. Una personalidad se nutre de las relaciones y no se ve avasallada ni invadida por estas, porque, además, se reconoce así misma siempre en construcción,  siempre incompleta, siempre en la búsqueda de su nrealización plena.-

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